En un laboratorio de investigación, nuestras caretas de bioseguridad demostraron su importancia al proteger el rostro de los científicos mientras trabajaban con muestras y reactivos. La visión clara y sin distorsiones de la careta permitió una precisión óptima en sus tareas. En un centro de atención médica, nuestras caretas complementaron el uso de tapabocas al brindar una protección extra para el personal en contacto con pacientes con enfermedades contagiosas.